La economía global es la principal culpable de las toneladas de materiales que ingresan por
año. Ya sean para generar energía, construir casa y edificios hasta fabricar productos y
proporcionar ropa y teléfonos, la economía global llena el planeta de más residuos poco
reciclables. Un claro ejemplo, es el hecho de que existen más teléfonos que personas y que
es posible que esto aumento para el 2030.

En un corto periodo de seis meses, las personas desechan lo que compran y no es posible
recuperar el material, es decir, no son reciclables. Todo esto es debido a que tenemos una
economía lineal que solo permite la extracción de recursos, fabricación de productos y
luego la eliminación de lo adquirido en un breve periodo de tiempo.

Con la llegada de la pandemia por el COVID -19 la actividad económica ha cambiado
radicalmente y el panorama mundial podría tornarse con la peor recesión económica desde
la Gran Depresión. Es por eso que, antes de revivir un sistema económico derrochador,
Europa está apostando por comprometerse a construir una economía circular y sostenible en
lo que la pandemia termine.

La economía circular se basa en una simple idea: Hay que hacer un mejor uso de los
recursos, cerrar los circuitos derrochadores que no permiten el reusó de los materiales y
prevenir el desperdicio y la contaminación. La forma en la que se hace es diseñando
productor y materiales que puedan mantenerse en el tiempo y que al ser desechados puedan
reciclarse.

Una economía circular sostenible

Una verdadera economía sostenible y circular es aquellas que involucra un cambio conjunto
de las prácticas de consumo y las prácticas de producción. A hablar sobre esto, es necesario
diseñar y promover productos duraderos que puedan tener un ciclo de vida más flexible y
que no solo se base en comprar, usar y desechar. Sino que estos productos puedan
reutilizarse, repararse e incluso volverse a fabricar en base al reciclaje de sus materiales.
Así, conservas el valor funcional de los productos y promueves una conciencia verde.

La propuesta principal es hacer más con menos material. Así se promueve el consumo
responsable y las generaciones entienden que hay modelos de negocios que representan
oportunidades de economías sostenibles y circulares. Algunos ejemplos son alquilar ropa y
la producción de objetos solo bajo demanda.

Los modelos de negocios que son amigables con el ambiente se basan en la reutilización,
arrendamiento y reparación junto a la refabricacion. De esta forma es posible asegurar tres
veces más puestos de trabajo que cuando se sigue un modelo de negocio de economía
lineal. Las empresas amigables con el ambiente generan una buena actividad económica
local y ayudan a fortalecer las relaciones dentro de las comunidades.

¿Una economía exitosa es compatible con la protección del medio
ambiente?

Al pensar en sostenibilidad, automáticamente a nuestra mente viene el entorno que nos
rodea: el medio ambiente. Pero el término también tiene sus usos en el mundo empresarial.
Una empresa con ambiciones a largo plazo debería ser sostenible en el tiempo sin importar
qué. Debe crecer a un ritmo que pueda mantener durante las próximas décadas.

Pero vayamos un paso más allá y combinemos las dos definiciones ¿Es posible que uno
pueda influir en el otro?

Hoy, las marcas tienen sus ojos puestos en un futuro en el cual sus resultados actuales
importan. En esta era, los consumidores son más conocedores del ambiente y los factores
que le hacen daño. Hoy más que nunca. Por eso, una empresa que ignora el cuidado del
medio ambiente esta confinada a pasar ignorada al olvido.

En el pasado, la opción ambiental se ha descrito como la menor: reduzca su consumo, gaste
más en bienes éticos y haga sacrificios en las cosas que ama.

Ahora, el mercado se ha puesto al día. El cambio viene de arriba y beneficia a los
consumidores de todo el mundo. Por supuesto, vale la pena reducir cada una de nuestras
huellas de carbono, pero durante demasiado tiempo ha sido el dominio exclusivo de los
ricos.

Actualmente se sugiere que no es realista pedirle a la gente que abandone el viejo modelo
consumista. La realidad es que ha estado presente durante muchísimo tiempo como para
que se pueda retroceder. En cambio, ahora se debe apostar por la tecnología para que las
compras y la economía se vuelvan más sostenible.

Todavía vamos a necesitar coches, así que hagamos esos coches eléctricos. Todavía
necesitamos comer, así que descubramos cómo reducir las emisiones del campo al plato.

Eso requerirá la acción de algunas empresas valientes para poner la pelota en marcha. No
hace mucho que estábamos liberando gases dañinos a la atmósfera, creando un agujero en
la capa de ozono con nuestras neveras y aerosoles.

Posibles intervenciones para un futuro más sostenible

Para ser coherentes con los principios del desarrollo sostenible, no solo es necesario
avanzar en un proceso de descarbonización y transición energética, sino que es necesario
intervenir en aquellos sectores especialmente contaminantes para hacerlos más compatibles
con la protección del medio ambiente.

Por ejemplo, las intervenciones podrían dedicarse a reducir los impactos ambientales en el
sector de la construcción, promoviendo la regeneración de áreas urbanas y la difusión de
los principios de la arquitectura sostenible. En particular, debe fomentarse el uso de
materiales de bajo impacto, pero también de alto rendimiento en términos de aislamiento
térmico, para crear estructuras y edificios de energía neta cero, capaces de producir energía
igual a la energía consumida en un año, con los consiguientes beneficios económicos y
beneficios ambientales.

Además, las inversiones pueden dirigirse al sector agrícola, utilizando tecnologías digitales,
para minimizar el consumo de agua y otros recursos. Se trata de la nueva agricultura que
ofrece la oportunidad de optimizar los rendimientos de los cultivos, evitando el desperdicio
y reduciendo los costos de producción.

Combinando la experiencia y el conocimiento del agricultor con las tecnologías digitales,
se podrían prevenir los problemas típicos del sector (enfermedades, plagas, dosificación
incorrecta de fertilizantes, etc.) haciendo que la producción agrícola sea más confiable,
menos costosa y más sostenible.

Así, para España y para los demás países afectados por la inevitable crisis generada por la
pandemia, surge una nueva oportunidad de crear un modelo de desarrollo en el que el
crecimiento económico y la protección del medio ambiente no sean factores desvinculados,
sino que inevitablemente conectados entre sí. En otras palabras, se trata de crear un modelo
de desarrollo verdaderamente sostenible.

Energía limpia y renovable, bajas emisiones, protección de la salud humana y nuevos
puestos de trabajo, por tanto, deben ser los pilares para un reinicio sostenible y superar la
crisis económica post-Coronavirus, no cometer errores del pasado y creer en un futuro más
saludable.

¿Cómo puede mi empresa ser más sostenible?

Si desea mejorar su resultado, aumentar la satisfacción del cliente y planificar a largo plazo,
elija la sostenibilidad. Actualmente se han creado una tonelada de recursos sobre cómo las
empresas pueden ser más sostenibles y recién estamos comenzando.

Ya sea que sea una empresa emergente o una corporación global, puede y debe tomar
decisiones sostenibles hoy. No es fácil, pero valdrá la pena, por sus ganancias, por el
planeta y por las personas.

Una economía circular sostenible representa un nuevo modelo económico en el que el
objetivo pasa de un crecimiento reducido del PIB al " progreso multidimensional" elfortalecimiento más amplio de la calidad ambiental, el bienestar humano y la prosperidad económica para las generaciones actuales y futuras. Solo una economía circular de este tipo podría potencialmente regenerar el medio ambiente.

La forma en que usamos los recursos ha transformado nuestra economía y nuestra sociedad en el pasado. Una economía circular nos ofrece la oportunidad de generar beneficios sostenibles para el futuro. No lo desperdiciemos.