OBLIGACIÓN
Una obligación es un tipo de activo o instrumento de deuda que no se asegura con bienes físicos y que se emiten con el objetivo de conseguir fondos o liquidez en forma de préstamo. Las obligaciones son una de las formas de financiación más comunes por las que pueden suelen optar las grandes empresas, por las ventajas que acarrean. Entre ellas, destaca el hecho de que el interés que se paga por ellas es bastante bajo en comparación con otras formas de financiación. Además, el plazo para saldar la deuda contraída suele ser bastante lejano en el tiempo. Es decir, se trata de préstamos que se pueden reembolsar en mucho tiempo.
Existen dos tipos de obligaciones. Una de ellas son las obligaciones convertibles (bonos que se pueden convertir en acciones de la empresa que las emite después de un periodo determinado de tiempo), y otras son las obligaciones no convertibles (a diferencia de los anteriores, no pueden transformase con el tiempo en acciones de la empresa o corporación emisora). Por regla general, las empresas que optan por esta modalidad de financiación pagan los intereses antes que pagar los dividendos a sus accionistas. En referencia a las obligaciones, podemos decir que un empréstito se divide en obligaciones, todas ellas de igual cuantía. Para calcular el valor nominal de cada obligación realizaremos la siguiente operación: VALOR NOMINAL = EMPRÉSTITO / NÚMERO DE OBLIGACIONES. Por ejemplo, una empresa podría emitir un empréstito de 150.000 €, divido en 200 obligaciones y teniendo cada obligación un valor nominal de 750€.

 

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