INTERMEDIARIOS
Muchos mercados financieros -dada su complejidad- se estructuran en mercados organizados, esto es, mercados en que no todo el mundo puede entrar libremente a comprar y vender, sino que solo unas personas o empresas con la cualificación necesaria tienen permiso para poder realizar órdenes de compra o de venta. De esta manera, un inversor particular que no tenga permiso para operar por su cuenta y que quiera comprar o vender activos financieros en esos mercados ha de hacerlo transmitiéndole sus órdenes a estos agentes autorizados, haciendo estos una labor de intermediación. Es por ello que estos agentes se les conocen como intermediarios o brókers cuya función principal es acercar y tratar de poner de acuerdo a compradores y vendedores de activos financieros que se negocian en los mercados financieros.
La existencia de los intermediarios o brókers es fundamental para poder casar el gran número de transacciones y órdenes de compra y de venta que se negocian cada día. Además, gracias a ellos, se establece un precio en cada transacción en base a las órdenes recibidas de cada una de las partes. Los intermediarios, por tanto, cumplen una labor de “creadores de mercado” ya que sin ellos la facilidad con la que se desarrollan los intercambios en los mercados financieros sería imposible. Existen distintos tipos de intermediarios financieros, los principales son: las sociedades de valores y bolsa, agencias de valores y bolsa, entidades financieras y las empresas de servicios de inversión.

 

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